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Dos Inversiones, Un Escondite Yelly Diaz

¿Cuántos de nosotros hemos pasado por la incertidumbre de no saber qué hacer con los talentos y habilidades que Dios nos ha dado? Creo que todos hemos estado ahí. Uno de los pensamientos más típico que constantemente pasa por nuestra mente es este: -“Dios, yo quiero hacer tu voluntad pero tengo miedo de hacer esto, que no te agrade y me aparte de ti. Tengo miedo de fallarte.” A veces pienso que perdi tanto tiempo dejándome llevar por esto; esperando una palabra profética departe de Dios, por medio de una persona, que me dijera exactamente lo que tenía que hacer para entonces tomar el primer paso en vez de tener la iniciativa de hacer algo con lo que Dios ya me había dado. No estoy diciendo que eso está mal, pero me di cuenta de un detalle bien importante; no fue hasta que tome acción con FE, arriesgándome a salir de las paredes de inseguridad que yo misma había creado, que Dios me habló y me guío. Con esto me refiero a que nosotros debemos ser valientes (2 Timoteo 1:7) y arriesgarnos a tomar acción con un corazón humillado que depende de Jesús. Si ha de suceder que no fue lo correcto arriesgarte pues, siempre y cuando tengas un corazón humilde, Dios enderezará tus pasos y te mostrara hacia donde ir. Y si es lo correcto, pues Dios también te guiará. Ten en mente que el orgullo y el egoísmo no tienen espacio en la guianza de Dios. Debido a esto, quiero mostrarles lo que su palabra me enseñó. Antes de, necesito que leas Mateo 24:14-30 junto con esto. Así podrán entender fácilmente lo que explicaré.


Hay una historia de tres siervos en la biblia, es una de las más famosas , lo más probable la han escuchado más de mil veces. Básicamente trata de un hombre que se va de viaje y deja a cargo sus bienes a tres siervos suyos para administrarlos mientras él vuelve. A cada uno le da una cantidad distinta conforme a la capacidad individual que tienen para poder hacerlo con excelencia. Sin embargo, mientras él está ausente, sólo dos de sus siervos multiplicaron los bienes para él; el tercer siervo tenía miedo de desilusionar al hombre, entonces prefirió esconder lo que le fue entregado para así devolver todo exactamente igual y no tener problemas con él. Cuando este hombre regresa, se encuentra que solo dos de sus siervos eran dignos de su confianza. Esto causó un dolor en ese hombre porque él creía en el potencial que tenían los tres pero uno escondió sus bienes por miedo y perecidad, debido a esto, el siervo tuvo que ser expulsado porque no se halló confianza en él.


Cuando leemos esta historia lo primero que pensamos es -“No quiero ser como ese siervo miedoso.” Sin embargo, muchos de nosotros lo somos. Si te fijas, este hombre lo único que le pedía a sus siervos era que se encargaran de sus bienes, sin importar si lo perdían o lo multiplicaban, solo quería que fueran obedientes e invirtieran y administrarán sus bienes para él.

Al igual que los siervos de esta historia, Dios quiere obediencia de nosotros. Aunque dudes de ti, todos tenemos habilidades y talentos como; servir, enseñar, administrar, manejar números (Las personas que son buenas con los números las admiro, eso es un don.), entre otros. Por si acaso, las bellas artes no es lo único que existe. No importa que sepas hacer, sea algo común o algo fuera de lo normal, debemos tener la iniciativa de hacerlo. Los siervos buenos y fieles de la historia tenían iniciativa y valentía, por eso lograron lo que se les pidio; tu también puedes hacerlo. Lo primero que tienes que entender es que lo que sea que emprendas tiene que glorificar a Dios y hay un orden que seguir; osea, en otras palabras, tiene que hacer brillar a Dios no a ti y, debes hablar con tus Pastores que son una autoridad y una voz departe de Dios que Él puso sobre tu vida. Los siervos administraron los bienes de su señor para su señor, no para ellos mismos. Sin embargo, si haces esto para ti, para tu gloria, te sucederá como al siervo perezoso y perverso; que pensando en él mismo, su escondite se convirtió en su único lamento y fue expulsado de la tierra de su señor.


En la palabra Jesús nos dice que todo lo que construyamos sobre nuestra base, se irá a las ruinas porque no es Dios quien lo sostiene.(Salmo 127:1) Por eso, siempre necesitamos al Espíritu Santo, él es quien puede guiarnos en todo lo que hagamos para hacerlo con excelencia para la Gloria de Dios. Cuando hacemos todo para Su Gloria, Él nos bendice con más y nos capacita aún más porque le fuiste fiel en lo poco. Si nosotros tomáramos esta historia literal, lo cual debemos hacerlo, entendemos que, si no nos dejamos llevar por las dos inversiones y nos dejamos llevar por el escondite, eso puede poner nuestra vida en una cuerda floja; porque en el principio de esta historia Jesús dice -“ También el reino del cielo puede ilustrarse mediante la historia…” Al final de esta historia el siervo malo y perezoso fue expulsado de la presencia del hombre, en nuestro caso sería de la presencia de Dios. Wow, si eso no despierta en ti ser obediente a Él y provocar en ti ser productivo para Su Gloria, tienes que examinar tu corazón antes de que el tiempo siga corriendo. Recuerden que esta vida que vivimos no es de nosotros. Cuando recibistes a Jesús en tu corazón, todo lo que tienes bueno y todo lo que haces (talentos y habilidades) es de Dios y son para Él.


Para traer luz y esperanza a tu mente, recuerda que no importa si tu talento es organizar o fotografía, todo le pertenece a Dios. Hazlo para Él, para su Gloria y en su debido tiempo Él te exaltará y te dará más. Si no lo haces para Él, se te quitará. Así que, si vas a emprender algo en el nombre de Dios, hazlo para la gloria de Dios. Mientras estés emprendiendo lo que te propusistes, no eches a un lado tu tiempo con Dios; si te acostumbras a no hablar con Él, si no pasas tiempo con Jesús, Dios no podrá sostener lo que estás construyendo y/o emprendiendo porque tu mismo lo echastes a Él a un lado, quién es la base de todo. Lamentablemente, si en vano estás pasando trabajo, todo lo que tienes te puede ser quitado.

Sé un siervo fiel y digno de la confianza de Dios. Preséntale a Dios tus ideas y lo que sabes hacer; dale el control a Él de esas cosas para que se haga Su voluntad y te corrija si hay que hacerlo. Nuestro salvador Jesús y el Espíritu Santo están contigo y te guiarán conforme a los planes que Dios tiene para ti; planes de bien y no para mal, a fin de darles un futuro y una esperanza. (Jeremías 29:11) Amén.


Ora conmigo;


Padre, gracias por el privilegio que me das de servirte. Tu me conoces mas que a mi mismo, sabes cuales son mis talentos y habilidades porque tu me los distes como regalos. Ayúdame a utilizarlos para tu Gloria y ser productivo para ti. Que sea tu Luz la que brille y no la mía. Que vean a Jesús en todo lo que hago. Mientras lo vean a él, que ellos anhelen hacer los mismo. Que tu Espíritu Santo me guíe conforme a tus planes. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén.

 
 
 

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